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De 'nini' a millonario

  • networkinginternac
  • 29 mar 2016
  • 3 Min. de lectura

Las historias de éxito siempre han logrado motivarnos para alcanzar nuestras metas y objetivos, y la historia de Jordi Muñoz es una de ellas. Jordi es un joven mexicano de 29 años, y su historia le ha dado la vuelta al mundo, logro abrirse paso en el mundo de la tecnología, y con ello poder abrir su propia empresa de drones, "3D Robotics", compañía dedicada a crear vehículos aéreos no tripulados. De este modo, paso de ser un 'nini' a un joven con una empresa que genera millones al año.

¿Como lo logro? Desde su niñez, Jordi siempre soñó con llegar a ser piloto aviador, y al mismo tiempo le fascinaba jugar con legos, electrónica y todo lo referente a ello. Para el 2007, con 20 años de edad, y tras ser rechazado del Instituto Politécnico Nacional de México, Muñoz decidió mudarse a California, Estados Unidos. Allí muy pronto su vida cambiaria por completo.

Aunque es poco alentador mencionar que no tuvo el apoyo en México para desarrollar su proyecto, Jordi no se dio por vencido. Al mudarse a los Estados Unidos, donde pudo seguir con su proyecto, logro recibir el apoyo que necesitaba para poder impulsar su nuevo invento.

Todo empezó un día que Muñoz intentaba estabilizar su helicóptero con acelerómetros que pudo extraer de su nintendo, y hackeando un poco con algo de códigos, pudo estabilizar su primer avión no tripulado con poco capital monetario. Así, este joven logro llevar su nuevo invento al mercado nacional y muy pronto lo haría al mercado internacional

Para Muñoz, lograr crear un avión no tripulado desde su garaje no fue fácil, pero su dedicación y pasión por la electrónica lo llevaron a inventar su primer dron. Debido al novedoso producto que había creado Jordi, y a muy bajo costo, logro consolidarse de manera rápida en el mercado de la tecnología y la ingeniería robótica.

Tras haber colgado un video en la red, del novedoso aparato, logro llamar la atención del empresario estadounidense Chris Anderson, quien además de haber creado DIYdrones.com, en esa época era editor en jefe de la conocida publicación tecnológica Wired. Anderson apoyo su nuevo proyecto con un cheque de US$500 para que siguiera fabricando las placas.

"De todas las herramientas que necesitaba para producir las placas la más importante era un horno especializado que valía US$50.000, un dinero que obviamente no tenía. Así que me fui a una tienda, compré un tostador por US$30, lo modifiqué y lo convertí en un horno de soldadura, para poder cocinar las placas".

Pronto Jordi Muñoz llevaría su invento a otro nivel. De la mano de su nuevo socio, Chris Anderson, fundaron 3D Robotics, y con ello han podido darle empleo en la actualidad, a más de 300 personas.

El cofundador de 3D Robotics asegura que para él no ha sido un inconveniente el haber creado su compañía a una edad temprana, ya que cree que EE.UU. es un país que está diseñado para motivar a la gente, lo que "es excelente para las personas a las que les gusta emprender".

Muñoz cree que en su México natal todavía deben cambiar mucho las cosas, ya que considera que "las políticas no están diseñadas para apoyar al emprendedor y la mentalidad y la sociedad tampoco".

Es por eso, que cada uno debe forjar su propio criterio como emprendedor. El ejemplo de este joven mexicano nos da muestra de que, cualquier idea innovadora y creativa que pueda surgirnos, hacerla una realidad, es posible.


 
 
 

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